7 Abril, 2011
Vicente Gutiérrez / El Economista
"El concierto del sábado será como uno de los primeros de Caifanes y parte de un viaje increíble que afortunadamente no ha terminado pues la esencia del grupo nunca se perdió", dijo Saúl Hernández en entrevista para El Economista.
La charla con Saúl Hernández no inicia con preguntas sobre su reencuentro ni con el morbo de su reconciliación con Alejandro Marcovich; comienza con recuerdos de su infancia, sus juguetes de El Planeta de los Simios y los inicios de Caifanes.
¿Cuándo se dieron cuenta que Caifanes sería algo grande?
"En un concierto en el Hotel de México que le abrimos a Neón y a Miguel Mateos frente a 3,000 o 5,000 personas. Yo iba a cantar ‘Será por eso' y cuando me acerqué al micrófono la gente comenzó a cantar y en esos tiempos no existía un testimonio grabado de Caifanes, ni nada, y ya se sabían las canciones".
"Fue darme cuenta que algo importante estaba pasando con nosotros. Entonces, me volteó a ver a Sabo sorprendido y me hace un gesto como de ‘no te distraigas, canta y ése fue el momento donde vimos que algo estaba por suceder", agregó.
Algo que ha distinguido a Caifanes es el misticismo de Saúl Hernández y sus extrañas letras, metáforas que se le han aparecido en sueños o momentos de inspiración.
"El Señor de los 1,000 cerebros murió de tifo en la epidemia de junio, es una letra rara que incluso, antes de cantarla yo comenzaba rezando. El misticismo no se pierde y crea una atmósfera muy espiritual", comentó Hernández sobre su época en Las Insólitas imágenes de Aurora.
"Creo que es compartir parte de mi mundo y es parte de la magia de Caifanes que sigue ahí y tiene que ver mucho con el asombro", agregó.
El músico platica con libertad y confiesa que no sabe leer ni escribir música, que él quería ser guitarrista más que vocalista. Recuerda que uno de sus primeros discos fue de Silver Convention. Cita a Kennedy Jr y a Nietzsche mientras sonríe ante los recuerdos que evoca junto a su amigo de la infancia, Manuel Lino.
Llevamos más de 20 minutos hablando con Saúl Hernández de cosas personales pero es momento de hablar de su regreso, de sus motivos y sobre todo de lo que ofrecerán el sábado en su primer concierto después de 15 años como Caifanes.
Caifanes, un viaje interminable.
Los sustos médicos de Sabor Romo y Alejandro Marcovich fueron determinantes para que Caifanes volviera a los escenarios.
"Allá arriba nos están dando chance de seguir haciendo cosas como Caifanes y lo estamos tomando como un momento de amor y de amistad... más que una cuestión económica", explicó el caifán mayor, quien luce sus tatuajes, su cabello enmarañado y su voz profunda, notablemente recuperada.
Saúl Hernández se muestra sorprendido por todo el ruido que ha provocado el regreso de Caifanes entre los medios y la gente que ha terminado con los boletos para el Vive Latino y Coachella. "Intuía que iba a pasar algo, que existía un morbo por todo lo que había pasado entre Alejandro y yo pero no fuimos concientes de todo esto que sucedió".
Pero todo el ruido que provoca su reencuentro se olvida en el cuarto de ensayo y Saúl Hernández lo narró.
"El primer día estábamos nerviosos y el dialogo inmediato entre nosotros fue cuando comenzamos a tocar... ahí comenzó a salir una diarrea emocional en cada canción. Fue algo mágico que nos llevó casi a las lágrimas pero como somos machos y bien caifanes no sucedió (risas)".
¿Qué te ha sorprendido del regreso con Caifanes?
"Que no ha cambiado nada... seguimos con una dispersión total en los ensayos pero cuando tocamos se vuelve una mole indestructible y cada canción tiene una historia".
En el flamenco se llamaría "El duende".
"Te robo la frase que me encanta... así pasaba, aparecía el ‘duende' y la magia en Caifanes continúa y ha sido un viaje increíble que nos ha mostrado que la pasión tiene memoria".
Saúl Hernández se ve feliz y en paz, dejó de lado su pose de rockstar (aunque lo sea) se muestra amigable y se nota que disfruta del histórico regreso de Caifanes.
"Si por alguna circunstancia se cancelara el Vive Latino, la verdad es que todo lo que ha pasado estas dos semanas ya valió la pena y puedo morir tranquilo", opinó.
¿Cómo enfrentas las críticas del reencuentro? Algunos dicen que es por dinero.
"Me vale madre. Con el corazón en la mano te digo que absolutamente me vale madre.
Hay más cosas que rescatar qué estupidez escuchar... si gusta o no... me vale madre".
La gente se pregunta cómo será el show...
"De antemano les digo que vamos a quedar mal pues es imposible quedar bien con la gente a menos de que hiciéramos un concierto de tres o cuatro horas".
Y continuó con "independientemente de lo que toquemos va a ser como darse un abrazo entre nosotros y la gente... será como volver a ver al viejo amigo que se va".
El futuro de Caifanes es incierto, Saúl Hernández aseguró que por el momento sólo ofrecerán dos conciertos (Vive Latino y Coachella).
"Es un reconocimiento de territorio y de nosotros mismos. Estos conciertos serán una terapia fuerte que nos van a poner los pies en la tierra y decidiremos juntos lo que haremos".
¿Y si deciden no seguir con Caifanes...?
"Será una manera más bonita y honorable de cerrar un ciclo, porque la otra vez estuvo tropezado y muy extraño... pero ya veremos".
¿Qué le dirías a la gente que los verá en estos conciertos?
"Gracias por estar ahí, nada más... gracias".
Saúl vs Marcovich
"Para nosotros todo ha quedado olvidado. Alejandro y yo nos conocemos desde hace muchos años y recuperamos nuestra amistad que es mucho más valioso que los recuerdos y las circunstancias que pasaron", afirmó el músico.
A raíz de un problema de salud, Alejandro Marcovich y Saúl se volvieron hablar y "nos sentamos a platicar a corazón abierto y nos quedamos con ésa charla que tuvimos y que debió haber sido hace años pero las cosas suceden así"
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